Tanto los proxies directos como los inversos son métodos proxy que desempeñan un papel importante en la comunicación en red, pero son significativamente diferentes en cuanto a su funcionamiento y a los escenarios en los que se utilizan. Los proxies directos pueden considerarse intermediarios entre el cliente y el servidor de destino, mientras que los proxies inversos, por el contrario, desempeñan el papel entre el servidor y el cliente.
Agentes positivos:
Un proxy de reenvío funciona como una secretaria, proporcionando al usuario la capacidad de acceder al servidor de destino. Cuando un usuario envía una solicitud a un proxy de reenvío, el servidor proxy va en nombre del usuario para obtener el recurso deseado y se lo devuelve al usuario. Esto permite al usuario eludir cortafuegos u otras restricciones para lograr el acceso a recursos específicos.
Proxy inverso:
A diferencia de un proxy directo, un proxy inverso funciona como un guardia de seguridad que se sitúa frente al servidor y recibe y reenvía las peticiones del cliente. Cuando el cliente envía una petición, el proxy inverso la reenvía al servidor back-end apropiado según las reglas configuradas y devuelve la respuesta del servidor al cliente. De este modo, el cliente no sabe realmente quién es el servidor de destino final.
Distinción:
La diferencia en el funcionamiento de los proxies directo e inverso puede explicarse con dos analogías. Un proxy directo es como un usuario que quiere visitar un jardín cerrado pero necesita permiso para hacerlo, así que pide a una secretaria que lo solicite en su nombre y finalmente consigue el acceso. Un proxy inverso, por el contrario, es como un guardia de seguridad en la puerta principal de un restaurante; sólo con el permiso del guardia puede un invitado entrar en el restaurante y disfrutar de una comida.
Contacto:
Los proxies directos e inversos funcionan de forma diferente, pero ambos proporcionan seguridad y flexibilidad en las comunicaciones de red. Tanto el proxy directo como el inverso pueden desempeñar un papel en la protección de servidores y usuarios en aplicaciones prácticas. Pueden mejorar la eficacia y la estabilidad del acceso a la red mediante el almacenamiento en caché, el equilibrio de la carga y otros medios técnicos.